El concepto de inteligencia artificial (IA) se remonta a la antigüedad y a leyendas sobre seres artificiales dotados de conciencia, como el golem del folclore judío. Los golems, según la mitología, eran seres hechos de sustancias sin vida, como la tierra, que cobraban vida mediante una especie de conjuro.
1950: Alan Turing
La IA actual tiene sus orígenes en los primeros ordenadores de mediados del siglo XX y con pioneros como el matemático, criptógrafo e informático británico Alan Turing. En su artículo de 1950 "Computing Machinery and Intelligence", Turing planteó una pregunta: ¿pueden las máquinas utilizar la información y la razón para resolver problemas y tomar decisiones del mismo modo que lo hacen los humanos? En muchos sentidos, esta pregunta sigue guiando los esfuerzos contemporáneos para crear y hacer avanzar las tecnologías de IA.
Durante la vida de Turing, las limitaciones tecnológicas obstaculizaban significativamente los posibles avances en IA. Las computadoras eran escasas, extremadamente caras (costaban hasta $200.000 al mes en la década de 1950) y rudimentarias en comparación con el hardware moderno. Un problema clave para la generación de Turing es que los ordenadores de la época sólo podían ejecutar órdenes, no almacenarlas. Los ordenadores podían realizar funciones, pero aún no eran capaces de recordar lo que habían hecho.
1950: Teórico de la Lógica
Uno de los primeros programas de IA se llamó Logic Theorist, desarrollado a mediados de los años 50 por Allen Newell, Cliff Shaw y Herbert Simon. Logic Theorist era un programa informático que podía utilizar el lenguaje simbólico para demostrar teoremas matemáticos. Además de ser un avance tecnológico revolucionario para la IA, el Teórico Lógico también ha tenido un impacto durante décadas en el campo de la psicología cognitiva.
De los años 60 a los 80: La tecnología se desarrolla y se lanzan los programas de IA posteriores
En las décadas de 1960 y 1970, la tecnología informática avanzó rápidamente. Las computadoras eran capaces de procesar más rápidamente y almacenar más información. Y lo que quizá sea aún más importante, se hicieron más comunes, accesibles y menos caros. Siguiendo los pasos de Newell, Shaw y Simon, otros de los primeros informáticos crearon nuevos algoritmos y programas más adecuados para tareas y problemas específicos. Entre ellos se encuentra ELIZA, un programa de Joseph Weizenbaum diseñado como uno de los primeros procesadores de lenguaje natural.
Una de las razones del éxito de la IA durante este periodo fue el fuerte apoyo financiero de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) y de las principales instituciones académicas. Este apoyo y la velocidad de los avances en la tecnología de la IA llevaron a científicos como Marvin Minsky a predecir en 1970 que una máquina con la "inteligencia general de un ser humano medio" estaba a sólo tres u ocho años de distancia.
Aun así, había muchos obstáculos que superar antes de alcanzar este objetivo. Los informáticos descubrieron que el procesamiento del lenguaje natural, el autorreconocimiento, el pensamiento abstracto y otras habilidades específicas del ser humano eran difíciles de reproducir con máquinas. Y la falta de potencia de cálculo de los ordenadores, tal como existían en aquella época, seguía siendo una barrera importante.
En la década de 1980 se produjeron nuevos avances en el llamado "aprendizaje profundo", que permitía a los ordenadores tomar ventaja de la experiencia para aprender nuevas habilidades. Los sistemas expertos, lanzados por Edward Feigenbaum, podían empezar a replicar los procesos de toma de decisiones de los seres humanos.
1990: Deep Blue
Uno de los ejemplos más destacados de IA hasta la fecha se produjo en 1997, cuando el programa informático Deep Blue de IBM derrotó al campeón mundial de ajedrez y gran maestro Gary Kasparov. La partida tuvo una gran repercusión mediática y dio a conocer la IA al público de una forma que no se había hecho antes. Al mismo tiempo, el software de reconocimiento de voz había avanzado lo suficiente como para integrarse en los sistemas operativos Windows. En 1998, la IA hizo otra importante incursión en la vida pública cuando salió a la venta el Furby, el primer robot de juguete "mascota".
2000: Robots humanoides, coches sin conductor
A principios de la década de 2000, varios robots humanoides acercaron la IA a tropas de ciencia ficción. Kismet, un robot con un rostro similar al humano y que podía reconocer y simular emociones, se lanzó en 2000. Honda lanzó un robot humanoide similar llamado ASIMO ese mismo año. En 2009, Google desarrolló un prototipo de coche sin conductor, aunque no se supo nada de este avance hasta más tarde.
De 2010 a la actualidad
En la última década aproximadamente, las tecnologías y aplicaciones de IA han proliferado a un ritmo tremendo. ImageNet, lanzada originalmente en 2007, es una potente base de datos de imágenes anotadas que se utiliza para entrenar programas de IA. Aplicaciones de IA muy publicitadas se han abierto camino en el popular programa de videojuegos Jeopardy!, en videojuegos e incluso en el iPhone cuando lanzó el asistente virtual Siri en 2011. Alexa de Amazon, Cortana de Microsoft y otros programas y herramientas de IA han popularizado aún más esta tecnología.
Ahora, en la era del Internet de las cosas (IoT), es probable que encontremos IA en más lugares que nunca. Siguen lanzándose vehículos autónomos, herramientas de aprendizaje automático, chatbots, asistentes virtuales y más programas de IA, a menudo a un ritmo acelerado y con una potencia cada vez mayor. Uno de los programas de IA más publicitados de la historia, el chatbot ChatGPT, se lanzó a finales de 2022 y ha inspirado rápidamente legiones de seguidores y programas de chatbot relacionados. Los inversionistas se centran cada vez más en las empresas de IA. El futuro de la IA parece brillante, aunque también hay quien sigue siendo escéptico ante posibles problemas éticos o de otro tipo.